Los emprendedores se enfrentan a un desafío singular. A medida que las grandes empresas se lanzan a la conquista de este campo, podría parecer que la ventaja competitiva natural de las startups – la agilidad y la innovación – se puede ver amenazada.
La realidad es que la IA es una tecnología inherentemente deflacionaria. Los productos generados por IA tienden a ser abundantes y, por lo tanto, de poco valor. En este contexto de todos contra todos no hay más que observar la cantidad de plataformas que han aparecido en un año para generar imágenes, contenidos, etc.
Esto significa que las barreras de entrada para los nuevos participantes son relativamente bajas. Cualquiera con los conocimientos técnicos adecuados puede replicar y mejorar las aplicaciones existentes.
Y lo que es peor: plataformas como OpenAI intentan ocupan cada vez mayor espacio en el espectro de generación de valor albergando sus propias comunidades para desarrollar y entrenar modelos.
Entonces, ¿cómo competir en este panorama? La clave radica en centrarse en aspectos del negocio que no pueden ser fácilmente replicados por la IA. Características como la comunidad, la comprensión del mercado y la capacidad de adaptar rápidamente la oferta a las necesidades cambiantes de los clientes serán cruciales.
Además, los emprendedores deben aprovechar la IA no como un fin en sí mismo, sino como una herramienta que les permita ser más eficientes y centrados en sus clientes. La IA puede automatizar tareas repetitivas, liberar tiempo para la innovación y brindar insights valiosos sobre el comportamiento del usuario. Pero el verdadero valor agregado seguirá proviniendo de la creatividad y la iniciativa humanas.
Las “Guerras de la IA” representan un desafío para los emprendedores, pero también una oportunidad para destacar otra ventaja competitiva: su capacidad de conectar con las necesidades reales de los clientes y adaptarse rápidamente a un entorno en constante evolución.
En este sentido en HAL149 trabajamos hace meses con negocios en el desarrollo de soluciones IA que generan valor real para el día a día y la cuenta de resultados, como los Comerciales IA. Somos conscientes de que arrancar con una solución 100% tecnológica puede resultar más arriesgado en este contexto. Apostamos por invertir nuestros primeros meses en aprender y desarrollar productos que podrán participar en las “Guerras de la IA” con éxito, y resultarán difíciles de replicar.