¿Cuanto Empleo se Perderá por la Robotización?

¿Una nueva Revolución Industrial?

En la Revolución Industrial pasamos de tener una mayoría de la población trabajando en agricultura, y pequeños talleres artesanales a fábricas con cientos de personas produciendo en serie.

Los artesanos desaparecieron, la sociedad y el modelo productivo cambió. Pero no sin antes pasar por grandes convulsiones sociales. Sin embargo las ganancias para la sociedad fueron enormes. No sólo a nivel de empleo, sino de valor generado en mercancías, y precios mucho más accesibles para grandes capas de la población.

El proceso que se inicia ahora con la IA (inteligencia artificial) será similar al de la Revolución Industrial, pero mucho más rápido. La estructura productiva cambiará no en 50 años, sino más bien 5-10 años.

Vienen las Máquinas, Otra Vez

En el futuro es probable que sólo unas pocas empresas dispongan de los recursos necesarios para construir y mantener grandes modelos lingüísticos (LLM) como GPT3. Pero según Sam Altman es probable la aparición en la próxima década de muchas empresas que construyan sobre estos modelos una “segunda capa”, de servicios de valor añadido.

Igual que ocurrió con los sistemas ERP y los CRM: la clave está en las aplicaciones concretas. Es en esta última capa de las aplicaciones donde está el verdadero potencial, en torno a las tareas de fine-tuning y desarrollo de datos.

Como ocurrió con la transformación digital, cualquier impacto negativo en los empleos probablemente se equilibrará con la creación de un nuevo ecosistema de empleos y funciones que no existen en la actualidad. El problema es cuanto empleo se perderá por la IA el periodo de transición entre un modelo y otro.

El Foro Económico Mundial predice que la automatización resultará en un aumento neto de 97 millones de empleos, reemplazando tareas repetitivas y peligrosas con trabajos desafiantes que crean más interfaces con los clientes y un producto mejorado.

Un Problema de Adaptación

El verdadero reto es garantizar a la sociedad oportunidades de adaptación y condiciones adecuadas de trabajo. No volver a los sistemas de explotación existentes hace 200 años. Y especialmente que la formación vuelva a estar vinculada a una oportunidad de trabajo real.

Se perderán empleos en proporción directa a la incapacidad de cambiar la educación, al nivel de los impuestos, a la cantidad de burócratas, etc. Es decir, si la sociedad sigue por este camino por desgracia se van a perder muchos empleos. Al principio será relativamente lento y gradual en algunos sectores como TIC. Pero en unos años el proceso se irá acelerando.

La solución más probable será por un lado regulación para controlar el proceso. Y por otro la aparición de algún tipo de UBI (Universal Basic Income o renta básica) para amplias capas de la población, que pasarían a depender de forma permanente del Estado.

Si no cambia nada es importante tener claro que la causa del drama no será la tecnificación, sino la incapacidad de evolucionar de la propia sociedad.

Todo debería ser automatizado

La robotización es una fuerza evolutiva de la propia civilización y por lo tanto va a continuar, le guste o no a la gente. Protestar contra las máquinas por la pérdida de empleos es como protestar contra la lluvia porque puede matar personas si cae con fuerza.

Lo cierto es que todo lo que pueda ser automatizado debería ser automatizado. Cada proceso, cada tarea. Pero no para erradicar a los humanos, sino todo lo contrario: para liberarlos de la esclavitud de realizar tareas repetitivas o de bajo valor añadido.

Existen fuerzas muy poderosas que pretenden mantener el status quo eliminando a los humanos de la ecuación. Por eso el debate sobre la automatización no es sólo tecnológico sino también filosófico y político.

Es necesario cambiar muchas cosas para dar oportunidades a las personas que el sistema tenderá a expulsar. Pero es una guerra que se puede ganar, y eso iniciará una era de prosperidad y abundancia.