La música electrónica es la vuelta al tam tam, a los ritmos y sonidos más básicos con los que la Humanidad bailó durante decenas de miles de años. Este tipo de ritmos conectan con una parte de la mente mucho más profunda que otras músicas más elaboradas y sofisticadas como la música clásica.

En esa zona del cerebro no hay emociones ni pensamiento. Sólo hay energía vibración coherente con el cuerpo: con los latidos del corazón, de la respiración.

¿Qué es la esencia? Aquello que ‘vibra’ de forma coherente consigo mismo. Está en resonancia con su espíritu original. Cuando lo original se ‘refina’ o ‘procesa’ se hace decadente, porque pierde la conexión con su esencia.

La decadencia es perder la conexión con la esencia original, con la ‘chispa divina’. Lo auténtico y original nunca es decadente. Ocurre con todo: con el arte, con el diseño, con las civilizaciones, con las ideas.

En el caso de las ideas el golpe inicial de creatividad es el que realmente vale. Luego la mente consciente lo recicla y -en la mayoría de las ocasiones- lo corrompe con ideas ya usadas.