Llevamos la mentalidad ‘de consumo’ allí donde vamos. Todo el consumo es un proceso de ‘comer’: devoramos algo del mundo exterior, y en la mayoría de los casos en este proceso nos hacemos más pesados, densos y dependientes.
En realidad el consumidor es el consumido. Ser un consumidor es participar en un proceso de destrucción. El consumo es materia alimentándose de si misma hasta que en cierto punto nosotros mismos hemos sido consumidos, y se nos tira a la papelera como al periódico de ayer.
En el proceso de consumir nuestra vida y nuestra creatividad son devoradas por intereses comerciales. Ingerimos sensaciones o ideas temporales que nos distraen de nuestro verdadero yo o aspiraciones más elevadas.
Debes ser un HACEDOR no un CONSUMIDOR. Un hacedor de cosas, no un consumidor de cosas. Un hacedor de noticias, no un consumidor de noticias.
Comments by Luis G de la Fuente