Después de la Gran Recesión se ha producido un cambio fundamental en la actitud hacia la automatización. Muchas empresas han empezado a sentir el problema de los costes laborales, y por todas partes se asume la ‘inevitabilidad’ de la robotización.

Pero en realidad el problema arranca mucho antes. Las empresas no necesitan contratar como antes porque la tecnología está llegando a su destino manifiesto desde los años 30, cuando arranca el mass media, y se asume que antes o después las máquinas trabajarán por los humanos.

El Final del Trabajo a Tiempo Completo
Ningún sector de la economía se mueve hacia el trabajo a tiempo completo. Todo se está recortando, trasladando a outsourcing o a temporal. Esto ocurre no sólo en trabajos de bajo valor añadido, sino en cuadros medios, e incluso ejecutivos senior.

Una primera etapa que ha durado décadas ha reemplazado profesiones que implican trabajo físico o de gestión mediante los robots de las fábricas, los software de gestión, etc.

Pero en esta nueva etapa les toca el turno a todas aquellas profesiones basadas en analizar datos para llegar a conclusiones y aprender de la realidad de forma continuada. Estamos hablando de actividades como marketing, gestores, asesores, abogados, economistas, etc.

Con la Inteligencia Artificial todo cambia…
Con la IA, las máquinas se hacen capaces de procesar enormes cantidades de datos para diagnosticar, evaluar escenarios, o controlar el cumplimiento de contratos. Aprenden por el camino y no descansan, haciendo su tarea de forma cada vez más potente y barata.

En el proceso se reemplazan años de experiencia humana por sistemas de análisis y procesamiento de datos. Esto convierte a todas esas profesiones en un problema de números y algoritmos, es decir, de ingeniería.

La ingeniería no admite probabilidades ni opiniones en sus resultados. Un proyecto de ingeniería (eg una aplicación, o un puente) cumple o no cumple las especificaciones. Si no las cumple no sirve, y no te pagan. O alguien muere aplastado, y el ingeniero va a la cárcel.

¡Vienen las Máquinas!
Si no vives de las ciencias aplicadas, y tu oferta se basa en cobrar por horas de trabajo o transacciones, más vale que seas muy bueno. Y que empieces venderlas caro. De lo contrario estarás fuera del juego en poco tiempo. Reemplazado por algoritmos, o personas que diseñan algoritmos.

Muchos (en su ignorancia) le echan la culpa a las máquinas de la pérdida de empleos, de la ‘des-humanización’ del día a día, etc. ¡Las máquinas vienen a por nosotros, dicen!. Pero NO: la culpa la tienen estructuras de poder obsoletas y parasitarias que a estas alturas impregnan todas las formas de valor añadido de la economía.