Los US poseían hasta principios de los 70 hasta dos tercios del oro mundial, como resultado de su política de tener al dólar respaldado. Eso lo hacía la base del sistema financiero, con un cambio estable dólar-oro de $35.

Todo lo demás estaba indexado al dólar y esto permitía a América pagar cualquier cosa al extranjero imprimiendo dólares. Con el tiempo esto hizo que el papel fuera valiendo cada vez menos, hasta que llegó un momento en el que los gobiernos extranjeros terminaron hartos.

En 1965 De Gaulle tomó 150 millones en dólares de reservas francesas y demandó su pago a América en oro, como estaba en su derecho de hacer. Al poco España hizo lo propio con otros 60$ millones, y luego siguieron muchos otros.

Aquello se tomó como un ataque al dólar en su momento pero era justo de hacer. Para marzo de 1968 el oro salía a raudales de América hasta que se evaporaron dos tercios de las reservas de oro por el empeño en mantener el tipo de cambio fijo con el dólar.

Y LLEGA EL PETRODÓLAR

La clave del dólar actual es el petrodólar, que implica que todo el petróleo que vende Arabia Saudita lo cobra en dólares, lo que hace que esta divisa sea extraordinariamente demandada. Por lo tanto no es cierto que el dólar no tenga respaldo alguno. Está respaldado por el mercado mundial de energía (entre otros).

AS nunca va a cabrear demasiado a US porque (en palabras de Trump) sin su protección este país desaparecería en una semana. Esta simbiosis es muy potente y no es probable que el dólar desaparezca de la forma que muchos están comentando.