El sistema educativo está cada vez más cerca de su propósito fundamental: convertirse en una fábrica de esclavos indefensos y alienados, a merced de intereses económicos y agendas políticas.

Algunos dirán “de alguna forma siempre ha sido así”. Pero eso es una verdad a medias: nunca la gente había vivido tanto. Hasta hace no mucho la gente se moría a los 40 años, ahora a esta edad nos preguntamos “Qué coño estoy haciendo aquí todavía”. Y había un cierto espíritu de progreso ‘hacia delante’. Hoy vamos de vacaciones a Gandía, mañana quizá a la Luna.

No importa que muchos supieran entonces que las expectativas estaban infladas. ¿Cuáles son las expectativas ahora sin una renta relativamente elevada?. Cuando la sociedad pierde el futuro la respuesta es disfrutar o mejor dicho ‘consumir’ el presente al máximo posible. De ahí la manía con las experiencias: la comida a todas horas, las drogas, el sexo, etc.