La búsqueda de la comodidad y de la seguridad te hacen conservador. Estas actitudes configuran sociedades mediocres. Y por lo tanto con tendencia a empobrecerse.

La mayor parte de la gente son mediocres en lo que hacen por una razón. Juegan con reglas diseñadas para ‘capar’ el rendimiento óptimo. Escalan por escaleras tradicionales y sistemas diseñados para frenarles, y mantenerles en la media.

Pero desde hace ya algunos años la situación es incluso más desfavorable. En estos momentos seguir las reglas del sistema implica estar cada vez más alienado y esclavizado por cualquiera de sus manifestaciones: contenidos, deuda, comida procesada, ocio, etc.

Las sociedades mediocres a su vez engendran más personas cobardes y acomodaticias. Es un bucle perverso cuyo destino final e ineludible es la desintegración.